Viaje a Findhorn

En el verano del año 2006 realizamos un viaje a Escocia para conocer una de las comunidades espirituales más importantes dentro del movimiento de la Nueva Era: la Comunidad Findhorn. Esta comunidad espiritual, ecoaldea y centro de educación holística se encuentra situada en la bahía de Findhorn, en el noreste de Escocia a unos 50 km de Inverness. La comunidad está formada por unas 200 familias de diferentes nacionalidades y creencias que comparten un estilo de vida en común: vivir cada día en armonía en contacto con la naturaleza y compartir experiencias y conocimientos que puedan aportar un crecimiento personal y espiritual a todos. Es un lugar que se ha convertido en una escuela de valores humanos y de ecología para ayudar a extender una nueva conciencia humana y crear un futuro positivo y sostenible. Durante el año realizan actividades de crecimiento personal, charlas, conferencias y semanas de experiencia para todo aquel que quiera conocer el estilo de vida de la comunidad. Son vegetarianos, tienen arraigados principios ecologistas y su fondo común es la existencia de una energía superior y universal que nos guía.

Mapa del Reino Unido y situación de la bahía de Findhorn respecto a Inverness


UN POCO DE HISTORIA…


En 1957 un matrimonio formado por Eileen y Peter Caddy más una amiga de ambos, Dorothy Maclean, se trasladaron al Norte de Escocia porque encontraron un empleo en el Cluny Hill, un hotel de estilo Victoriano cercano al pueblo de Forres. Eran tres personas especiales que ya llevaban un trabajo espiritual de muchos años pero en diferentes caminos: Eileen tenía un bagaje espiritual basado en su fe en Dios y en el Cristianismo, Peter en cambio había pertenecido a la Orden Rosacruz y Dorothy Maclean había seguido el camino Sufí.


Eileen practicaba la meditación y la oración diaria y en uno de sus retiros empezó a escuchar una voz que se presentó a sí misma como la “Voz de Dios”. Esa voz empezó a darle instrucciones de cómo ayudar al alma en el camino espiritual para que pueda encontrar su propia guía: “Esto se consigue a través del silencio, el aquietamiento diario, mental y físico, que permite revelarse a la sabiduría que lleva dentro cada ser humano. Sólo así, abriendo las puertas de nuestro interior, podrá conocerse la propia Voz Interior”.


Después de 5 años trabajando en el hotel, el cual Peter dirigía, por una serie de circunstancias se quedaron los tres sin trabajo. Entonces Peter decidió llevarse a su familia (Eileen y sus tres niños) más Dorothy a vivir a una caravana en una zona costera a las afueras del pueblo de Findhorn. Allí empezaron a cultivar en aquellas tierras arenosas y áridas siguiendo la capacidad intuitiva de Dorothy, ya que ésta podía conectar con los Devas y las energías de las plantas. Sorprendentemente empezaron a surgir verduras de grandes dimensiones, verdaderos prodigios que llegaron a oídos de las gentes, lo cual provocó el desplazamiento de curiosos interesados en el estilo de vida y enseñanzas canalizadas por Eileen y Dorothy. También llamó la atención de expertos que no entendían cómo en aquellas tierras estériles podían surgir tales vegetales. Así que por el año 1962 mucha gente empezó a instalarse cerca de ellos y poco a poco se fue formando una pequeña comunidad. Con los años la comunidad fue creciendo y llegó a crearse lo que se conoce hoy en día como la Fundación Findhorn, la cual fue creada por ellos tres. Actualmente la Fundación cuenta con los siguientes emplazamientos: el Cluny Hill College (que había sido el antiguo hotel que regentaba Peter), el Parque de Caravanas y la Ecoaldea. Durante el año realizan muchas actividades, cursos, conferencias, danzas, espectáculos todo relacionado con la evolución espiritual. Una de las actividades que organizan son las semanas de experiencia, las cuales consisten en integrase con la comunidad durante siete días siguiendo un programa de tareas y actividades, además de convivir y relacionarse con miembros residentes y con personas de otros paises que realizan otros programas.

 Los tres fundadores de la comunidad Findhorn. De izquierda a derecha: Eileen, Peter, Dorothy.


 La caravana donde vivieron los fundadores.


RETIRO EN SHAMBALA

Tomamos el avión un 9 de Agosto desde Barcelona a Londres y una vez allá nos encontramos en el aeropuerto con un grupo de 25 personas de diferentes partes de España, todos con un mismo destino: Inverness, (Escocia). Como teníamos que esperar unas horas en el aeropuerto de London Gatwick hasta que saliera nuestro vuelo a Inverness, decidimos hacer una corta visita a los lugares más emblemáticos de la capital británica. Ya casi a la noche volamos durante hora y media hacia Inverness y al llegar allá nos vino a buscar Javier, la persona de la comunidad que se encargaría de guiarnos en nuestra experiencia.

En primer lugar nos llevaron a Shambala, un centro budista muy relacionado con la comunidad de Findhorn, donde permaneceríamos alojados los tres días previos a nuestra semana de experiencia con la comunidad. Aquí ya empezamos a realizar algunas actividades y a conocer al resto de integrantes del grupo de España.

Quienes dirigían Shambala eran un matrimonio que practicaba el budismo tibetano y su centro estaba enfocado a ser un lugar de retiro para la sanación y la compasión universal. Su situación era privilegiada pues la casa quedaba rodeada de bosque y jardines y justo detrás de ella se extendía la bahía de Findhorn. Shambala era un lugar muy confortable y acogedor que hacía tanto la función de centro de retiro como de hospedaje para peregrinos y turistas (Bed & Breakfast), así que no era un requisito ser budista para alojarse allí, era un centro abierto que acogía a todo el mundo.

 Panorámica del centro budista Shambala

 Vista frontal del centro budista Shambala

Enrique en la entrada a Shambala desde la carretera de Forres
Durante los tres días que permanecimos allí nos levantábamos a meditar a las 8 de la mañana y hacíamos dos tipos de meditaciones que se iban alternando según el día: una de tipo budista basada en el mantra de la compasión “Om Mani Padme Hum” y la otra era una meditación Sufí a base de visualizar los cinco elementos y experimentar que te llenas de ellos. Al mismo tiempo se hacían inspiraciones recitando el mantra  “Ya Shafi” y “Ya Kafi” para las expiraciones.

 Sala de Meditación. Foto extraida de www.shambala-retreat.org
La sala de meditación estaba presidida por la figura de “Chenresik”, el Buda del amor y la compasión. ¿Pero cuál es la historia de Chenresik?. Los budistas cuentan que el bodhisatva (1) Avalokiteshvara (2) tomó el voto de salvar a todos los seres del sufrimiento, pero al darse cuenta de la magnitud de su trabajo su cabeza explotó en incontables pedazos. Su cuerpo fue reunido por el Buda Amitabha (3) y el bodhisatva Vajrapani (4) en un cuerpo mucho más poderoso de once cabezas y mil brazos. Cada una de sus manos tiene un ojo en el centro, que simboliza la unión de la sabiduría (ojo) y la habilidad (mano). Tiene un cuerpo blanco sentado sobre una luna y una flor de loto.Tiene ocho manos principales, las dos primeras sostienen una gema del deseo, las cinco siguientes un loto, un arco, una flecha, un jarrón, un rosario y una rueda, y la octava se encuentra en la posición de la mano abierta de la generosidad. En la sala se podía apreciar también imágenes de los distintos budas y los altares estaban repletos de ofrendas de vasos de agua dispuestos en línea, velas y una foto del Dalai Lama.

Chenresik, el buda de la compasión

(1) La figura del Dalai Lama representa el principio del ideal del Bodhisatva. Éste debe comprenderse en el contexto de la idea del karma y el renacimiento, que expresan que uno no sólo vive una vida en esta tierra, sino que experimenta una sucesión de vidas. El renacimiento, según las enseñanzas budistas, ocurre debido a los restos de deseo, aversión e ignorancia que quedan en el flujo de conciencia de una persona al morir. Sin embargo, si mediante la práctica espiritual uno logra eliminar esos tres venenos, al final sólo alberga un gran estado de paz, amor y sabiduría. Deja de estar atado a la rueda de la vida y la muerte y no renace más. De acuerdo con el mahayana, en ese momento se presentan dos posibilidades: Uno puede disolverse en el nirvana o puede elegir renacer, movido por la compasión, para ayudar a los demás seres. Así que al Dalai Lama se le considera una manifestación de Avalokiteshvara, el bodhisatva de la compasión. Esta elección se ilustra con la leyenda de Avalokiteshvara.

(2) Se dice que Avalokiteshvara fue un gran yogui que estaba a punto de alcanzar la iluminación. Ascendió a estados de conciencia cada vez más elevados y experimentó todo tipo de reinos arquetípicos, con diversas y gloriosas formas. Sin embargo, al alcanzar la orilla de un gran océano de luz, todas estas desaparecieron. Sólo percibía ese océano de luz. Tuvo un gozo muy profundo y supo que al fin regresaba al origen. Iba a “fundirse” con la misma realidad. Entonces escuchó un sonido que parecía venir de muy lejos, por debajo suyo. Se dio cuenta que eran muchas voces que gritaban y gemían. El sonido era cada vez más intenso, de modo que dejó de fijarse en el gran océano de luz y miró hacia abajo (por eso se llama así, Avalokiteshvara, “el señor que mira hacia abajo”). Vio a millones de seres que sufrían de diferentes maneras, pero sobre todo a causa de su ignorancia y su falta de instrucción espiritual. Pensó: “¿Cómo puedo abandonar a esos seres? ¿Cómo puedo fundirme en este océano de luz y salvarme sólo yo cuando en el mundo hay tantos que necesitan ayuda?” De esa forma Avalokiteshvara regresó al mundo.

(3) El Panchen Lama es una manifestación de Amitaba, el Buda de la Luz Infinita

(4) La imagen de Vajrapani está muy presente dentro de la iconografía Budista, como una de los tres deidades protectoras que rodean al Buda y que manifiestan sus virtudes: Manjusri (que es la personificación de la sabiduría), Avalokitesvara (manifestación de la compasión) y Vajrapani, que simboliza el poder de Buda. Este bodhisattva se asocia por tanto a la feroz determinación por alcanzar el nirvana, a la conquista de lo negativo, en resumen, a la vía del guerrero. En este sentido, se le suele representar en una postura de lucha (pratayalidha) que surge a partir de la posición del arquero a punto de lanzar la flecha.

  
En nuestro segundo día por la mañana nos llevaron a ver el parque de Findhorn, y dentro de éste la Ecoaldea. La peculiaridad de este poblado es que todo está construido siguiendo unos principios ecológicos y de respeto por la naturaleza. El estilo innovador de edificación sostenible está basado en el uso de materiales como pueden ser: piedra local, aislamientos de paja para las paredes, cubiertas verdes de vegetación y materiales reciclados. Buena parte de la electricidad consumida por el pueblo es de origen renovable, ya que disponen de un pequeño parque eólico de 750kW de potencia total instalada formado por cuatro aerogeneradores. Además utilizan paneles solares para el agua caliente de las casas y un sistema centralizado de calefacción para todo el pueblo basado en caldera de condensación de gas para una mayor eficiencia del fuel. También reciclan los residuos, fabrican compostaje orgánico y disponen de un sistema biológico de depuración de aguas grises. Por último añadir que cultivan sus tierras según los principios de la agricultura ecológica.

 Vista de la ecoaldea desde el aire


 El parque eólico de la ecoaldea

Una de las casas de madera con cubierta vegetal de la ecoaldea 
Entramos al recinto y recorrimos varios senderos por entre medio de las casitas que se fueron levantando alrededor de las primeras caravanas de los fundadores, las cuales aún se conservan. Pasamos por al lado de la actual casa de la fundadora, Eileen Caddy, pero no pudimos conocerla ya que no estaban permitidas las visitas ni tampoco ella hizo ningún acto público debido a su delicado estado de salud. (Pocos meses después de nuestro viaje a Findhorn, concretamente el 13 de Diciembre de 2006, Eileen Caddy murió en su hogar a los 89 años de edad)

 Casas de la ecoaldea
                     
Casas de la ecoaldea

 Vista de las casas de la ecoaldea desde el centro comunitario 
Nos llevaron al centro comunitario del parque donde se situaba este edificio de madera que tenía doble función: la de comedor y cocina en la planta baja y la de santuario en la planta superior. Enfrente de éste había unas mesas de picnic y nos sentamos todo el grupo en ellas para escuchar la charla de nuestros dos guías (Javier y Maita) sobre los orígenes de la comunidad y la historia de los tres fundadores. También se añadieron a hacer algún comentario miembros de la comunidad que pasaban por allí y que además sabían hablar un poco español.

Reunión del grupo de España frente al comedor de la ecoaldea

El centro comunitario
Después subimos unas escaleras exteriores que daban acceso al santuario principal del parque, situado en el piso superior. Esta sala era muy luminosa, de forma circular y presidida por una vidriera de colores. Había un círculo de asientos y en el centro se ubicaba una mesita adornada con una vela y flores frescas.

1.-Santuario principal. 2.-Miriam y la vidriera del santuario 
   
Aparte de este santuario había algunos más distribuidos por el parque, todos ellos eran espacios comunes para el silencio, la meditación y la lectura, y contaban siempre con algún libro de mensajes inspiradores canalizados por Eileen Caddy para leer. Seguimos caminando por el parque hasta llegar al Santuario de la Naturaleza, quizá el más entrañable de todos. De pequeñas dimensiones, paredes de piedra, puertecita de madera y tejado vegetal, parecía una casa de gnomos extraída de un cuento.

El santuario de la naturaleza
Algunos santuarios tienen la sala circular y otros cuadrada, pero todos tienen en común la disposición de las personas meditando en círculo, y en el centro de éste siempre hay la luz de una vela y el aroma de las flores frescas.

Otro santuario para meditar.

Santuario yurta

                                                                                                    Después nos dirigimos a las casas cilíndricas construidas con grandes barriles de whisky donde conocimos a Craig, uno de los propietarios. Este señor había tenido un papel muy importante en la Fundación pero ahora que era mayor se había retirado y dedicaba todo su tiempo libre al arte de la cerámica. Craig tuvo la amabilidad de mostrarnos su casa y jardín; al ser una casa cilíndrica, todas sus salas eran circulares y la decoración evidenciaba una filosofía budista. Todo estaba construido con materiales reciclados, incluso los muebles. Su jardín era silvestre ya que aparte de tener sus plantas y flores, tenía un montón de la malas hierbas que él dejaba crecer libremente. Él pensaba que no tenía que arrancarlas porque debía dejar vivir a toda aquella planta que quisiera estar en su jardín. Dejamos atrás la casa de Craig y nos metimos en un taller de ceramistas. En esta aldea abundan todo tipo de artistas: pintores, escultores, ceramistas, etc.



Regresamos a Shambala por la tarde para realizar una meditación sufí y poco después una actividad llamada “cantos Taize”. Nos dieron un libreto de canciones y nos pusimos a cantar canciones espirituales y mantras de diferentes tradiciones religiosas. Así fue como terminó nuestro segundo día en Escocia.


Aparte de las actividades programadas en el centro budista Shambala, también tuvimos tiempo para hacer un poco de turismo y no podíamos irnos de Escocia sin haber visitado el lago Ness, así que en nuestro tercer día nos llevaron a hacer un crucero por sus aguas. El lago Ness es un extenso y profundo lago de agua dulce que se encuentra en las “Highlands” (tierras altas) de Escocia. Se extiende aproximadamente 37 km. al suroeste de Inverness. Es la mayor masa de agua de la falla geológica conocida como Gran Glen que discurre desde Inverness en el norte hasta Fort William al sur. Es el segundo lago más grande de Escocia por área de superficie con alrededor de 56,4 km2, pero debido a su gran profundidad es el de mayor volumen. Contiene más agua dulce que todos los lagos de Inglaterra y Gales juntos y su profundidad máxima es de 226 metros. El lago Ness es más conocido por los supuestos avistamientos del legendario Nessie, el famoso monstruo que habita en sus profundidades y que se cree que es una criatura acuática prehistórica aislada similar al extinguido Plesiosaurio.


Enrique, Miriam y el Lago Ness
Lo que nos llamó la atención de navegar por el lago fue su inmensidad y el color amarillento de sus aguas. Esto es debido a la gran cantidad de Turba (carbón) que contiene, lo cual dificulta la visibilidad y transparencia del agua. Mientras estábamos en la cubierta del barco soplaba un fuerte viento, que en combinación con el día nublado, provocaba una sensación de frío en pleno mes de Agosto. Pudimos contemplar las ruinas del castillo de Urquhart situado en la misma orilla del lago, pero no lo visitamos ya que no disponíamos de tiempo. Desafortunadamente no avistamos al monstruo aunque sí vimos dos réplicas suyas a tamaño real.

 El lago Ness y el Cielo


 Castillo de Urquhac a orillas del lago Ness.

 Nessie, el monstruo
En internet circulan algunos videos de personas que aseguran haber visto al monstruo. En el siguiente enlace podéis ver uno: Ver video del Nessie

Después de nuestro mini crucero nos llevaron a ver el castillo de Cawdor, una enorme fortaleza del siglo XIV en buen estado de conservación y que sirve de museo y actual residencia de la Condesa de Cawdor, descendiente de la familia que lo ha habitado durante varias generaciones. El castillo es conocido por su conexión literaria con la tragedia de William Shakespeare Macbeth. Sin embargo, la historia está sumamente ficcionada, y el castillo en realidad fue construido muchos años después de los acontecimientos que se narran en la obra. El recinto está distribuido en estancias decoradas con tapices y mobiliario antiguo clásico además de numeroso retratos de la familia Cawdor. Sin embargo también encontramos salas con muebles contemporáneos de diseño, lo cual sugería que el castillo estaba actualizado a nuestros tiempos. La torre más antigua se construyó alrededor de un espino sagrado, el cual aún se conserva su tronco seco en el interior de la misma.

                                                       El Castillo de Cawdor
                                                                                                                            

La fortaleza se encuentra rodeada de unos coloridos jardines de estructura laberíntica y de sublimes fragancias, mientras que al otro lado de sus muros comienza el “Wild Garden”( jardín silvestre), donde se extiende un bosque de Secuoyas centenarias. Algunos miembros del grupo se abrazaron a estos árboles para sentir sus energías y luego caminamos por un sendero que transcurría paralelo a un río, hasta que nos llamaron para volver al autocar.




 Miriam en los jardines del castillo de Cawdor

 Abrazando a las Secuoyas del jardín silvestre del castillo de Cawdor

Secuoyas del jardín silvestre del castillo de Cawdor

Por la tarde realizamos una sanación espiritual grupal con Ania, una persona sensitiva que extraía los sentimientos de dolor reprimidos de los asistentes a sus terapias. Todos estábamos situados en círculo en meditación y la persona a tratar se sentaba en el centro frente a Ania apoyando sus manos sobre las suyas. Ania era capaz de decirle a esa persona todo aquello que le había causado sufrimiento y le ayudaba a afrontarlo. La verdad es que hubo compañeros que extrajeron de su alma mucha tristeza y rabia acumulada de años y fue un proceso terapéutico muy bueno para todos ellos. Luego nos pusimos en parejas e hicimos un ejercicio que consistía en poner nuestra mano sobre el chakra del corazón del otro y transmitirnos energía.

Nuestro último día en Shambala empezó como cada mañana con una meditación y después del desayuno hicimos una danza. Pero ésta no la realizamos sólo el grupo de España sinó que se unieron a nosotros muchas personas de la comunidad Findhorn que ya tenían la costumbre de venir los viernes al centro budista para practicarla. Consistía en bailar distribuidos en círculos concéntricos y nos iban enseñando distintos pasos al mismo tiempo que recitábamos alguna canción o mantra.


Danzas en Shambala.  Foto extraida de http://www.shambala-retreat.org/
El resto del día tuvimos tiempo libre y muchos volvimos a la ecoaldea a investigar por nuestra cuenta. En nuestro paseo descubrimos las huertas e invernaderos ecológicos de la ecoaldea, a todas estas tierras de cultivos las llaman el "Cullern Garden".

Plantaciones del Cullern Garden. Cultivos de agricultura ecológica

Más cultivos

El hada del Cullern Garden
A la mañana siguiente nos llevaron en autocar a nuestro nuevo alojamiento donde pasaríamos toda la semana de experiencia. Éste era el Cluny Hill College, el antiguo hotel donde habían trabajado los fundadores durante años y que actualmente pertenecía a la Fundación Findhorn. El edificio había dejado de ser un hotel y se había convertido en una escuela holística donde se realizaban la mayoría de las semanas de experiencia para grupos de diferentes países. Es un complejo enorme de color grisáceo rodeado de bosque y jardines.
  
                                                                    Cluny Hill College


Sus estancias eran muy acogedoras: en la planta baja había un comedor decorado al estilo Victoriano, una sala de estar con sofás confortables, una sala de baile enorme de suelo de parquet decorada con un precioso tapiz de un unicornio, una pequeña tienda de souvenirs, una cocina, una lavandería y la recepción. En el primer piso estaba el pasillo que daba acceso a algunas habitaciones y a la izquierda de éste un santuario. En el segundo piso estaban el resto de habitaciones y una sala enmoquetada con un tapiz en toda la pared que representaba un paisaje lleno de Hayas. Por eso la estancia se llamaba “Beech Room” (la habitación de las Hayas). Aquí es donde nos reuníamos para hacer los tiempos de grupo en que cada uno podía compartir con los demás sus sentimientos, opiniones, y donde realizábamos también las armonizaciones, éstas eran meditaciones en grupo todos en círculo cogidos de las manos. Las armonizaciones tenían el objetivo de relajar y mantener unido al grupo.


Los alrededores del Cluny eran jardines muy bellos, a destacar la fuente del amor y el jardín de los siete chakras. La fuente del amor tenía su propia historia: como sus aguas se quedaban estancadas, algunos decidieron emplear los conocimientos del reciente estudio de Masaru Emoto sobre los mensajes del agua.
Fuente del amor

 Mensajes en el agua

Si se le envía buenos sentimientos al agua, ésta reacciona formando cristales de extraordinaria belleza y perfección. Así que tomaron una muestra de agua, le hicieron el tratamiento, la volvieron a echar a la fuente y poco después el agua mejoró y no volvió a estancarse. Además también dejaron escritos mensajes de amor y buenos deseos alrededor del lago, con lo que el agua se mantiene siempre en buenas condiciones.

El jardín de los chakras, como su nombre indica, representa los siete chakras. Así que había siete círculos de flores alineados y cada uno representando el color de cada chakra. Caminar por entre los círculos de flores a través de un caminito de piedrecitas simboliza el paso de la energía Kundalini que va subiendo por la columna desde el primer chakra hasta el séptimo.
              

                                   Jardin de los chakras

Primer día

Todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 7:30 había tiempo opcional para la meditación, quien quisiera podía ir al santuario. El desayuno era de 7:30h a 8:30h AM, las comidas de 12:30h a 13:30h y las cenas de 18:00h a 19:00h.

Nos repartieron un calendario con el programa que íbamos a seguir durante la semana. En él abundaba una actividad llamada “Amor en acción”, la cual consistía en hacer un trabajo voluntario durante tres horas al día en alguno de los departamentos del parque o del Cluny. Los departamentos eran: jardinería, cocina, comedor, limpieza, mantenimiento general y agricultura. Cada departamento tenía un responsable y trabajaban residentes y voluntarios de diferentes nacionalidades que estaban realizando también alguna semana de experiencia. Nuestro guía Javier hizo un sorteo para asignar nuestras tareas. A nosotros dos nos tocó realizar trabajos en el Cluny, Enrique en el jardín y yo (Miriam) en la cocina. Pero hubo gente que les salieron tareas en el parque, como cocinar en el centro comunitario del parque o cultivar en el Cullern Garden ( las huertas de cultivo ecológico).

Después de comer tuvimos tiempo de grupo y fuimos todos al santuario del Cluny a meditar. Nos repartieron unas tarjetas que contenían una palabra (estas palabras podían ser por ejemplo: perdón, alegría, amor, compasión, etc.) y teníamos que reflexionar qué podría significar aquella palabra en nuestra vida, ¿una cualidad propia?¿Algo en que tengo que mejorar?. Esta comunidad tiene muchas barajas de cartas con mensajes angelicales y las utilizan a menudo para tener una inspiración cada día.

Por la tarde tuvimos tiempo libre y Enrique y yo fuimos a investigar la montañita que estaba justo detrás del Cluny, ya que nos habían dicho que la subida era en forma de espiral. En la cima de la montaña había círculos de piedras en el suelo, piñas o flores como ofrendas, era un sitio de reunión para meditar o para hacer algún tipo de ceremonia o ritual de la naturaleza.

                     1.- La subida en espiral, alrededores del Cluny. 2.- Cima de la espiral.


Segundo día

Empezamos el día con una sesión de "cantos Taize" (cantos espirituales de diferentes tradiciones) de hora y media en el santuario del Cluny. Por la tarde hicimos tiempos de grupo y tuvimos una charla sobre "la vida interior" dada por Ana, una chica española que vivía en Findhorn desde hacía años y que era la responsable de organizar las actividades relacionadas con el desarrollo espiritual. Nos habló de su cercana relación con la co-fundadora Eileen Caddy y de las largas conversaciones que mantuvieron para poder comprender la naturaleza de la "Voz" que habitualmente se comunicaba con Eileen, la cual afirmaba que la oía con la misma claridad que cuando le hablaba cualquier persona.

Ana decía que aunque no todos tenemos esa capacidad, sí existe una sabiduría propia y personal en cada ser humano, por lo que nos animaba a conocer, descubrir y confiar en la "Voz" de nuestra propia sabiduría personal.

Más tarde teníamos las "Danzas sagradas". Una de las formas de conocer las diferentes culturas y tradiciones de la Tierra es a través de sus danzas tradicionales, lo cual era el objetivo de esta actividad. Durante dos horas estuvimos aprendiendo los diferentes pasos, significados y tradiciones mientras nos esforzábamos en emular los movimientos de nos enseñaba nuestro guía Javier, que es un verdadero experto y apasionado de la danza en todos sus estilos.

 Cluny Ballrom (sala de baile)

Danzas Sagradas


Tercer día


Éste fue el primer día que empezamos nuestras obligaciones comunitarias. De 9:00 a 12:00 teníamos que realizar una tarea asignada durante cuatro días. Yo (Miriam) estuve en la cocina junto con dos personas más del grupo de España, dos del grupo de juventud británico y algunos residentes. Nos tocó fregar un montón de cacharros, cazuelas enormes, tuppers y millones de cubiertos. También preparábamos ensaladas, pelábamos patatas, zanahorias y todo tipo de hortaliza. Joseph, el responsable de cocina, nos habló de la recogida selectiva de residuos orgánicos y nos explicó como curiosidad que las peladuras de naranja no servían para hacer compost porque ni siquiera los gusanos se las comían.


No fue un trabajo pesado ya que todo se realizaba con armonía y alegría. Cada vez que entrábamos en la cocina, teníamos que sentarnos alrededor de la mesa y hacer una armonización todos juntos. Después cada uno tenía que expresar a los demás cómo se sentía ese día y si quería compartir algún sentimiento, pensamiento u opinión con los demás.


Afortunadamente había un descanso de media hora donde nos tomábamos un té y charlábamos con el resto del grupo que estaban en otros departamentos, por lo que la jornada laboral se hacía cortísima.

                                                      La cocina del Cluny


Enrique estaba en el departamento de jardinería del Cluny y su experiencia fue la siguiente:

“Una de las cosas que me llamó la atención fue el inusual ritmo de trabajo, se podría decir que el lema de Findhorn, al menos en el departamento de jardinería era: “las cosas hay que hacerlas bien y con amor pero no con prisas”. Cada día dedicábamos un considerable tiempo a la primera reunión del grupo, en que básicamente hablábamos de cómo nos sentíamos cada uno. Sverre, el responsable del departamento, buscaba la manera de encontrar una inspiración especial cada día, bien a través de unas cartas, bien a través de la armonización del grupo… cada día de alguna manera. Después de eso se hablaba del trabajo a realizar al que se dedicaban tres horas diarias que incluían un descanso intermedio para tomar un té y charlar. Uno de los momentos que recuerdo especialmente en los primeros días es que se nos explicó que todo tiene vida, incluso las herramientas de jardinería. Por esa razón a la hora de realizar la tarea, se consideraba muy importante mantener un sentimiento de amor y agradecimiento hacia esa herramienta con la que estás trabajando, como por ejemplo una pala. Los habitantes de Findhorn practican el comunicarse y el captar las energías de todos los seres vivos de la naturaleza, de los elementales y hasta de los objetos materiales. Los trabajos que nos asignaban eran sencillos, básicamente tenía que ver con el mantenimiento del jardín y limpiar algunas hierbas, sembrar semillas, incluso plantar un árbol en una ocasión; también nos dedicamos a limpiar la zona de compostaje. Todo ello me dio la oportunidad de conocer a Jacques, un señor mayor de abundante barba (bastante parecido a un gnomo) muy simpático y agradable que me explicó que estaba viviendo en Findhorn junto a su esposa aproximadamente desde la época de su jubilación. Había tenido la suerte de llegar en un momento en que se necesitaba a alguien en el departamento de jardinería (lo cual no es habitual) por lo que enseguida le ofrecieron la posibilidad de incorporarse a ese puesto, lo que le permitió quedarse a vivir allí. No es fácil quedarse a vivir en Findhorn debido a que todos los puestos de trabajo están cubiertos y en todo caso el aspirante tiene que tener sus propios medios de subsistencia. Trabajando en el departamento de jardinería me enteré de que cada departamento es independiente a nivel económico, tiene su propio almacén de material y que forma parte de las responsabilidades del director del departamento el asegurarse que disponen de todo lo necesario.

En el caso de la jardinería Sverre, su director, había sido un consumado ejecutivo de una multinacional japonesa y había decidido abandonar el mundo estresante de los negocios y sus altas remuneraciones por el modelo de vida alternativa que le ofrecía Findhorn, aprendiendo allí todo lo referente al arte de la jardinería. La comunidad de Findhorn está llena de casos parecidos”.

    
                                                 El departamento de jardinería

Zona de compost
Por la tarde hicimos los juegos de autoconocimiento, lo que nos permitió conocernos más y crear una mayor unidad grupal. A la noche nos vino a dar una charla sobre la Naturaleza una señora mayor muy encantadora llamada Eliane. Nos habló de su gran facultad de percepción de los espíritus de la naturaleza que le viene ya desde su infancia. Nos explicó que cuando ella camina por un bosque, busca contactar con los espíritus de los árboles y con los elementales. Además ella es una gran conocedora de los árboles e hizo una clasificación de los mismos destacando entre ellos a los árboles maestros, los más antiguos. Éstos jamás deben ser eliminados porque eso puede causar un daño irreparable en un bosque entero, ya que el árbol maestro es el protector de los demás árboles y seres que viven en ese lugar. Puso como anécdota que de niña vio como el espíritu de un árbol muy antiguo al que iban a talar se dirigía a ella suplicándole que no lo cortaran. Le dijo que si lo hacían significaría la destrucción del bosque. Entonces ella le insistió a su padre para que hablara con esos leñadores que querían talarlo y al final consiguió convencerlos para que no lo hicieran. Luego habló de otros tipos de árboles que se encargan de la limpieza energética. Un árbol conoce el entorno en el que está y trabaja para la purificación del ambiente. La distribución de sus ramas y la forma de su tronco no es casualidad. Trasladar a un árbol resulta complicado para él porque se tendrá que adaptar al nuevo ambiente y modificar su forma para seguir cumpliendo su función en el nuevo entorno. Los árboles son capaces de absorber mucha energía y es por eso que a veces adoptan formas curiosas. Eliane nos enseñó fotos de árboles en los que se podían apreciar formas retorcidas de los troncos y otras que recordaban incluso rostros humanos. Además nos habló de las hadas y de cómo las percibía; nos enseñó algunas fotos de flores y árboles que ella misma había tomado y en donde se distinguían figuras etéreas. La verdad es que su charla creó tal expectación que algunos del grupo decidimos visitarla a su casa en una de las tardes de tiempo libre para que nos siguiera contando sus experiencias.
    
                                        Árboles cercanos al río de Findhorn

Árbol maestro
Cuarto día.
Hicimos una excursión a “Randolph’s Leap”, un bosque muy verde y frondoso por el que transcurrían las aguas del río Findhorn cayendo en pequeños saltos. El bosque era conocido por una misteriosa leyenda sobre sus anteriores propietarios y también por casos de personas que aseguraban haber visto gnomos y hadas, por lo que era considerado en la zona como un bosque encantado. La actividad a realizar allá consistía en conectarse con la naturaleza y dejar la mente abierta y en silencio para ver si recibíamos algún tipo de mensaje o inspiración. Para eso nos separamos todos y nos adentramos en el bosque para buscar cada uno su propio espacio y reflexionar sobre la vida, objetivos a alcanzar o simplemente para estar en silencio y escuchar qué nos decía la naturaleza. El paseo duró unas tres horas y la verdad es que fue algo muy mágico y especial. Concretamente yo (Miriam) tuve una inspiración que me ha servido para mi vida y la he cumplido, lo cual me ha provocado una gran satisfacción personal.

   Plano de entrada a Randolph's Leap
 
                              Río Findhorn
 
                            Randolph's Leap y el río de Findhorn
Finalizamos el día con otra charla, esta vez sobre la dirección y organización de la Fundación Findhorn a cargo de Carol, una de las responsables de la misma. Aparte de hablarnos de las normas y sistema económico de la organización, nos habló también de su experiencia personal en el camino espiritual, a destacar su constancia en la meditación de las seis de la mañana y su devoción por Sai Baba. Además era escritora de libros de crecimiento personal y nos hizo una presentación de su último libro.
Quinto día
Por la mañana no tuvimos que hacer nuestra tarea asignada diaria en la comunidad sinó que tuvimos un tiempo de grupo para ver un video sobre la fundadora Eileen Caddy donde ella misma explicaba sus experiencias con la meditación. 


Pero por la tarde sí que hicimos otro tipo de trabajo de voluntariado pero esta vez con la participación de los 25 miembros del grupo de España en una misma tarea: la limpieza de los jardines del Cluny. Además coincidió que se puso a llover pero aún así no nos libramos de la tarea ya que allí es normal que llueva cada día y la lluvia no es excusa para no trabajar. Así que nos tocó equiparnos con chubasqueros, botas de agua, rastrillos, palas, picos y a limpiar las malas hierbas de los caminos. Como éramos tantos, el trabajo iba avanzando rápido. Uno iba pasando una carretilla e íbamos colocando todas las hierbas. Cuando la carreta estaba llena, la descargaban en una zona de compostaje para hacer abono natural.




Trabajando bajo la lluvia en los jardines del Cluny

Jardines del Cluny

                            Contemplación. Jardines  del Cluny.


Después de la cena teníamos tiempo libre y un pequeño grupo nos fuimos a la casa de Eliane (la señora que se comunica con los árboles y las hadas) para que nos contara más vivencias suyas. Su casa parecía sacada de un cuento de hadas; estaba rodeada de jardines de flores de todos los colores y por dentro era muy acogedora y luminosa. Estábamos todos en su salón sentados alrededor de ella como si fuera nuestra abuelita cuenta cuentos, sólo nos faltaban los tazones de chocolate caliente. En esencia lo que Eliane nos quiso transmitir aquella tarde era que la comunicación con todos los elementos de la naturaleza es una realidad; para ella no es una idea sinó que es su vivencia diaria. Por eso antes de realizar cualquier cambio en su jardín ella intenta comunicarse con los seres que viven allí para conocer sus sentimientos y opiniones. 




Por otro lado nos habló de su trayectoria espiritual y de su maestro José Tomás Zeberio, un humanista, científico y vidente que había escrito unos libros sobre la antropología energética de cada ser vivo.


Sexto y Séptimo día

El sexto día por la mañana tuvimos nuestra tarea rutinaria y por la tarde tiempo libre. Después de la cena nos dieron la última charla, esta vez el tema era sobre la transformación personal y planetaria.
El séptimo día por la mañana terminamos nuestra última jornada en nuestros respectivos departamentos y nos despedimos de los demás compañeros. Por la tarde tuvimos una ceremonia de clausura todo el grupo, en que cada uno expresaba como había sido para él la semana de experiencia. Luego quien quería podía compartir lo que quisiera con el grupo. La despedida fue muy emotiva, toda llena de abrazos y de muestras de alegría y gratitud. El grupo se sintió muy unido durante los diez días que pasamos en Findhorn, fue una experiencia inolvidable para todos.
Más tarde tuvimos la fiesta de clausura con el resto de la comunidad. Ésta se celebró en el Universal Hall, un edificio que se encuentra en el parque donde realizan todos los espectáculos, conciertos, conferencias a nivel público y que está abierto a cualquiera aunque no pertenezca a la comunidad. Allá nos reunimos todos los que estábamos haciendo semanas de experiencia y otros programas con mucha gente residente de la ecoaldea, del Cluny y demás visitantes. Estaba organizado un espectáculo musical y después todos salimos a bailar a la pista de baile.

                                                                                         Universal Hall 
                                                                                                                                       
Al día siguiente tuvimos ya tiempo libre y lo pasamos paseando por la bahía hasta llegar a la zona de dunas de la playa, pasando por el pequeño pueblo de pescadores. Lo curioso de la bahía era ver como bajaba y subía la marea a lo largo del día; muchas veces los barcos se quedaban sin agua embarrancados en la arena. En la playa en cambio las aguas estaban más turbulentas y a lo lejos se distinguía un pequeño islote con focas descansando en él.
Y así fue nuestro viaje a Findhorn, una experiencia inigualable donde conocimos un lugar entrañable y personas encantadoras que nunca olvidaremos.

                                                 Bahía de Findhorn

Las dunas de la playa de las afueras de la bahía de Findhorn
                                                                                         
                              La playa con sus dunas y el Mar del Norte


Artículo escrito por Miriam Mora. http://anerisart.blogspot.com

Fotografías: Equipo de Todoterapias (Enrique Santamaria y Miriam Mora). Algunas fotos extraídas también de la web: www.findhorn.org
NOTA: Nosotros no organizamos este viaje. Este artículo sólo relata nuestra experiencia personal.

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