Tras la calma de un enfurecido mar por el fuerte temporal, las sirenas tímidamente se asoman. Las olas las hacen resurgir de las profundidades y las arrastran hasta las rocas más cercanas donde se sientan a contemplar la lejanía de la tempestad sintiendo aún el soplo del frío viento del norte sobre su piel.
"Sirena" es mi última escultura de terracota acabada durante una semana invernal de mucho frío, lluvia y fuerte viento.
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